'Libros libres' permite a los madrileños disponer de su catálogo a coste cero, sin truco ni letra pequeña
Madrid Información local
Entrar a una librería, escoger pacientemente los títulos más atractivos y salir de ella sin
abonar un solo euro es posible hoy en día en Madrid. Se trata de hacerlo sin cometer un
delito, obviamente. El proyecto 'Libros libres' cumple medio año de vida en la capital con la
sana intención de acercar la cultura al gran público sin limitaciones económicas y "sin
necesidad de que se traiga de vuelta".
La idea parte de la ONG Grupo2013 -centrada en dar clases a niños con dificultades
académicas-, que se inspiró en el 'Book Thing' original de Baltimore, Estados Unidos, para
dar otra dimensión a sus proyectos. Así, como explica la encargada de la librería, Catalina
Benavides, el usuario que se acerca hasta la calle Covarrubias 38 "puede llevarse tantos
libros como quiera y abarquen sus manos y de manera gratuita". La única condición es que
los ejemplares que salen de 'Libros libres' "no pueden venderse a terceros".
A partir de ahí entra en juego el compromiso del usuario. Los hay que no aportan ni un euro;
otros que, al tiempo que se llevan ejemplares, donan sus propios libros. Después están
los suscriptores, que pagan 12 euros anuales de manera desinteresada, que es "lo que
cuesta un café barato" al mes, recalca Benavides. Y finalmente están las donaciones de
personas físicas y entidades vía transferencia bancaria. Sin embargo no existe privilegio
alguno y los derechos son los mismos para todos ellos.
Los únicos gastos corresponden al alquiler y mantenimiento del local ya que los sueldos de
las dos personas implicadas a tiempo completo corren a cargo de Grupo2013. Para hacerlo
viable se proyectó la necesidad de lograr 365 suscriptores anuales, y apenas iniciado el mes
de marzo la cifra ya supera los 1.200. El músculo restante para mantener el equilibrio lo
aportan los voluntarios que colaboran desinteresadamente en la catalogación de los libros, el
transporte, el mantenimiento de la librería, la atención al público y la creación de distintos
talleres literarios.
Un 'plan renove' más que un desguace
Una de las cuestiones que se pregunta el usuario que entra por primera vez en la librería es si
va a encontrar material interesante y la respuesta es afirmativa. El trasiego de entradas y
salidas, con una media de 50 donaciones diarias, "mantiene el catálogo vivo y en constante
movimiento". "No tenemos las últimas ediciones, ni guardamos y conservamos ejemplares
exquisitos únicos", insiste Benavides, "por eso no hacemos sombra a las librerías
convencionales" pero la diversidad y generosidad de los usuarios es nuestra gran baza". De
hecho algunas supuestos competidores se han puesto con ellos para habilitar una zona franca
de 'Libros libres' entre los 'best-seller' del momento.
Al fondo del local, una vez recorridas las estanterías de palés reciclados, se encuentra el
corazón de 'Libros libres'. Una trastienda en la que los colaboradores desinteresados y
multidisciplinares convierten las aportaciones económicas en proyectos solidarios como la
creación de escuelas en India, financiación de becas estudiantiles en América Latina y
donación de libros a países como Bolivia o Nicaragua. En el horizonte ya comienza a
vertebrarse un concierto solidario para recaudar comida para los más necesitados.
La Vanguardia, 7 de marzo de 2013
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